En todo puesto de trabajo existen unos riesgos, en mayor o menos medida, de sufrir un accidente laboral o una enfermedad derivada del trabajo. En el laboratorio de microbiología se trabaja constantemente con microorganismos patógenos que no sólo contaminan los alimentos, si no también producen enfermedades en el ser humano.
Para prevenir el contagio de microorganismos, se debe trabajar con un protocolo de seguridad estricto. Algunas de las normas de seguridad son:
- Entrar al laboratorio de forma ordenada, dejando los objetos personales en la taquilla exterior.
- Llevar puesta la bata de laboratorio, cerrada, en todo momento.
- Mantener las superficies de trabajo limpias y desinfectadas.
- Lavar las manos con frecuencia durante las prácticas, y antes de salir del laboratorio.
- Evitar llevar joyas y pulseras.
- Llevar el pelo recogido.
- No comer, beber ni fumar.
- No devolver los sobrantes de los reactivos a su frasco.
- No pipetear con la boca.
- Utilizar guantes.
- Trabajar en la campana o cerca del mechero.
Cada laboratorio debe disponer de la documentación de seguridad, tanto de las normas, como de las actuaciones en caso de accidente, y todos los empleados del laboratorio deben estar al tanto de qué hacer.
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